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jueves, 27 de septiembre de 2012

¿A que se debieron los enfrentamientos entre indígenas y colonizadores?




Los enfrentamientos se debieron a la preocupación, de perder sus costumbres y sus tierras. El interés del colonizador eran las tierras, la avaricia y el interés económico en fértiles terrenos araucanos de los cuales podrían ser explotados y obtener buena fortuna con ellos. Al llegar a dicha región, comenzaron el proceso de aculturación, el cual paulatinamente un pueblo pierde su cultura originaria y la remplaza por una foránea. Los indígenas al sentirse amenazados, comenzaron por sus propios medios a defender sus tierras y mantener su cultura original, con enfrentamientos.

Se desarrollo un proceso de colonización espontanea, este fue fomentado desde el estado y se materializo en la venta de tierras indígenas, comenzando con la provincia de Arauco. De esta forma, los territorios ubicados entre los ríos Biobío y Malleco fueron incorporados mediante la compra y usurpación o la ocupación, provocando como consecuencia el desplazamiento progresivo de la frontera hacia el sur.
Comenzando con los enfrentamientos, las primeras incursiones de ejército chileno en la zona se materializan en los años posteriores a la independencia. Durante la década de 1860 la acción del ejército en la zona se intensifico con el argumento de detener un posible levantamiento indígena la llegada del comerciante francés Orelie Antoine de Tounens, quien se proclama rey de la Araucanía. Con este objetivo, el estado comisiono al coronel Cornelio Saavedra para que iniciara un plan de ocupación militar del territorio mapuche.
El pueblo araucano reacciono con fuerza ante estas acciones y se organizo en dos levantamientos efectuados en 1865 y 1868 que fueron violentamente reprimidos por el ejército.

La penetración del Estado en la zona Araucana significo un cambio en las formas de los indígenas. Las políticas utilizadas fueron violentas, pues la población mapuche se resistía al avance del gobierno chileno. Las tierras ocupadas fueron rematadas y vendidas a chilenos y colonos extranjeros, pero con más frecuencia a suizos, españoles, franceses y alemanes. Los cuales iniciaron la explotación agrícola intensiva orientada al cultivo de cereales.

La población mapuche que habitaba en esas tierras fue removida hacia las zonas cordilleranas o reagrupadas en reducciones indígenas, las reducciones entregadas a los caciques locales, pero no todos los jefes de familia pudieron acceder a estas tierras y como consecuencia, tuvieron que emplearse como inquilinos o peones en las haciendas recién creadas. Es así como la zona de la Araucanía se ha mantenido hasta la actualidad como el centro de la identidad indígena, el que ha realizado una lucha permanente por la defensa y la reivindicación de su territorio y cultura.

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